En la foto era guapo…en la realidad era sencillamente impresionante.
El millonario neoyorquino Payne Sterling estaba acostumbrado a ser famoso, pero no esperaba encontrarse con su foto en la portada de varias novelas románticas. Payne jamás había posado para tal retrato, por eso estaba empeñado en localizar al autor que tanto lo había avergonzado…
La bella e inteligente Rainey Bennet había visto la fotografía de Payne entre las que había tomado su hermano en las vacaciones; y sin tener la menor idea de que aquel tipo fuera famoso empresario, pensó que tenía imagen de héroe…
Un héroe que quería llevarla a juicio… hasta que le propuso otra manera de compensarle por el daño.