Nick conoció a Shelby Wright en una tienda. Ella no solo lo ayudó a elegir unas prendas para su madre, sino que terminó por llevarlo en coche al aeropuerto. Él estaba obligado a casarse para poder cumplir las condiciones del testamento de su abuelo; de lo contrario, su madre quedaría desheredada. Se le ocurrió contárselo a Shelby: le propuso un matrimonio temporal y, sorprendentemente, ella aceptó.
Shelby resultó ser el negocio más dulce de los que había emprendido hasta ese momento y, como los términos de su acuerdo no incluían enamorarse, Nick intentó a toda costa llevar a cabo una negociación.